El estudio más completo sobre las contramarcas y marcas en las monedas de bronce del mundo antiguo es: "Greek Imperial Countermark. Studies in Provincial Coinage of the Roman Empire" (citado como GIC) de Christopher J. Howgego (Londres, 1985), pero se centra en la zona oriental del Mediterráneo y por lo tanto no cubre las contramarcas aplicadas en las antiguas monedas de la península Ibérica.

Tras los completos trabajos, allá por mediados del siglo pasado, de J. M. Vigo Llagostera (1952) y Antonio M. de Guadán (1960), han aparecido docenas de estudios sobre las contramarcas y marcas de un tipo, de una zona o de una ceca hispana, pero como veremos, nadie abordó en su conjunto el tema de las contramarcas de la antigua península Ibérica, hasta... precisamente hasta la aparición de este trabajo en línea en mayo de 2005.

Ciertamente, las contramarcas sobre moneda provincial romana de Hispania (que son sin duda las más numerosas) han sido perfectamente estudiadas por Pere Pau Ripollès junto con A. Burnett y M. Amandry, quienes en 1992 recogieron 100 contramarcas hispánicas en el "Roman Provincial Coinage" (citado como RPC), vol. I, London-París

Pocos años después, (Zaragoza, 1995), las contramarcas hispanorromanas de la provincia Tarraconensis (incluidas las acuñaciones ibéricas) formaron la tesis doctoral de J. Carlos Herreras Belled: "Las contramarcas sobre numerario de acuñación ibérica e hispanorromana en la provincia tarraconense". Ambos son detallados trabajos, desde luego, pero no llegaron a cubrir (a poner al día) todas las contramarcas que en 1960 habían sido descritas por Guadán.

Después, en 2010, Pere Pau Ripollès ampliaría el tema en su libro publicado en Madrid: "Las acuñaciones provinciales romanas de Hispania" (citado como APRH), enumerando entonces nada menos que 181 tipos de contramarcas, dibujándolas con esmero, pero describiéndolas someramente y sin entrar prácticamente nunca en su significado o posible interpretación.

El último trabajo de L. Villaronga y J. Benages (Barcelona, 2011): "Ancient Coinage of the Iberian Peninsula" (citado como ACIP), presenta 192 contramarcas pero no supone ningún avance sobre el tema, ya que tan solo contempla las contramarcas sobre las monedas hispanorromanas y tampoco entra a describir o interpretar nada. Quien sí intenta interpretar y explicar todo en sus numerosos trabajos es Mª Paz García-Bellido, pero se circunscribe a las supuestas contramarcas de ámbitos legionarios o mineros.

En 2015, Juan Carlos Herreras actualizó su tesis doctoral de 1995 y publicó: "Corpus Contramarcas Hispanas (siglo I a.C.- 68 d.C.)", describiendo y catalogando los tipos de contramarcas presentes en la amonedación de la Antigua Península Ibérica. ¡¡Más de medio siglo después, por fin alguien se atrevió a actualizar la completa obra de Guadán de 1960!!

A partir de 2018 contamos con la impresionante base de datos en línea denominada MIB (www.monedaiberica.org), gracias a la iniciativa de Pere Pau Ripollès (Universidad de Valencia) y Manuel Gozalbes (Museo de Prehistoria de Valencia). Si bien, como su propio nombre indica, no incluye las acuñaciones provinciales romanas.

Dicho MIB propició que, en noviembre de 2022, Pablo Cerdà Insa publicara: "Las contramarcas en las monedas antiguas de Hispania (siglos III-I a.C.)" (citado como CMAH), mostrando exactamente 104 tipos de contramarcas hispánicas, pero sin tratar las abundantes monedas provinciales romanas contramarcadas. (El propio autor explica que no figura dicho periodo al estar ya perfectamente recogidas sus contramarcas en el APRH del Dr. Ripollès antes citado).

Finalmente, en julio de 2023, el Dr. Herreras Belled actualizó sus anteriores obras y publicó: "Corpus Contramarcas Hispanas (siglo III a.C.- 68 d.C.)". Edición muy completa con centenares de imágenes y explicaciones (375 páginas) que está disponible libremente en Internet (PDF). Obra (citada como CCH) de obligada consulta si se desea profundizar en la interpretación y/o explicación de las contramarcas hispanas o simplemente si se desea conocer el fenómeno del contramarcado en la antigua península Ibérica.

Al igual que sucedía con las acuñaciones, en donde el anverso de las monedas quedaba reservado para el culto al emperador, mientras que en el reverso se mostraban los temas locales (municipales), parece claro que las contramarcas relacionadas con asuntos municipales se estampaban en los reversos de las monedas y que los anversos se contramarcaban con temas imperiales (y militares). Pero lo cierto es que seguimos sabiendo poco del fenómeno del contramarcado en Occidente, asunto realmente complejo y muy dado a la especulación. Tras los últimos trabajos citados, quedan aún interrogantes, ciertamente los investigadores tienen una vasta tarea por delante.