Marco Aurelio Valerio Maximiano nació en Sirmium (Pannonia Inferior) en 250, en el seno de un familia humilde. Eligió la carrera militar y pronto destacó en Germania y Asia bajo los reinados de Aureliano y Probo. Elevado al rango de Augusto y asociado al poder por el emperador Diocleciano, gobernó en las provincias occidentales a partir de abril de 286. Poco después, en marzo de 293 se completó el sistema de gobierno conocido como La Tetrarquía, mediante la adopción de Galerio y Constancio como césares (herederos de los dos emperadores). Fueron los años de la extensa reforma monetaria, fiscal y administrativa promovida por Diocleciano. Durante su reinado tuvo lugar en Occidente la rebelión de Carausio, quien se proclamó emperador en Britannia en 287. Todos los intentos de Maximiano de recuperar los territorios perdidos fueron frustrados por el astuto rival, hasta que en 293 el César Constancio I Cloro se hizo cargo de la lucha. En 296 encontramos a Maximiano instalado en Carthago, dirigiendo las operaciones militares contra los quinquegentiani, una tribu local hostil. En 303, época del famoso Edicto contra los cristianos (que se cumplió muy tibiamente en Occidente), Diocleciano obtuvo de él (posiblemente a regañadientes) la promesa de abdicación conjunta de ambos, la cual tuvo lugar el 1º de mayo de 305, siendo ambos emperadores sustituidos por los césares Constancio (en Occidente) y Galerio (en Oriente), quienes tomaron como sucesores a Severo II y Maximino Daza, respectivamente. Maximiano esperaba para su hijo Majencio -que había tenido de su esposa siria Eutropia- mejor suerte en este reparto de poder y lo mismo le sucedió a Constancio con su hijo Constantino, pero la opinión de Galerio prevaleció y sus personas de confianza: Severo II y Maximino Daza, alcanzaron el grado de césares. Tras la abdicación ambos emperadores recibieron títulos honoríficos, Diocleciano se había retirado para siempre pero Maximiano trataría de recuperar el poder y lo logró, aunque desde el punto de vista de la legalidad de la Tetrarquía debe considerarse más bien una usurpación. Maximiano gobernó ostentando los siguientes títulos [1] , si bien usurpó el poder en dos ocasiones y acabó condenado a Damnatio Memoriae:
Con la muerte de Constancio Cloro en Britania (julio 306), la crisis de La Tetrarquía estaba servida, las tropas aclamaron como Augusto a su hijo Constantino mientras Galerio llegaba al compromiso de elevar a Severo II al rango de Augusto, permitiendo a Constantino continuar al mando, pero sólo con el título de César. Ese mismo año 306, Majencio usurpó el poder en África e Italia, aprovechando el descontento existente en Roma contra Severo II, e invitó de inmediato a su padre Maximiano a compartirlo, quien no pudo resistir la tentación de embarcarse en un segundo reinado. Así pues, acaba el año 306 con cuatro emperadores en Occidente: Constantino el Grande, Severo II, Maximiano Hércules y Majencio. Severo II, a instancias de Galerio, intentó sofocar la rebelión de Majencio y Maximiano, pero sus tropas le abandonaron, cayó prisionero en Ravenna, siendo trasladado a Roma y ejecutado en la primavera del año 307. Galerio, enfurecido por la derrota de Severo II comenzó los preparativos para invadir Italia. Dándose cuenta de lo peligroso de la situación, Maximiano se dirigió a la Galia en busca de una alianza con Constantino, cosa que consiguió al casar a su hija Fausta con él. Mientras tanto, Galerio invadía Italia pero encontrando fuerte resistencia (además Majencio había logrado sobornar al ejército atacante) y tuvo que retirarse apresuradamente hacia Pannonia. Sin embargo, padre e hijo no tardarían en enemistarse y Maximiano tuvo que huir a la Galia, buscando el refugio al lado de su hija Fausta y de su yerno Constantino. El emperador decano y garante del sistema Galerio, convocó la cumbre de Carnuntum (Pannonia Superior) y entre octubre y noviembre del año 308 se intentó reorganizar el Imperio degradando a Constantino al grado de César, declarando a Majencio enemigo público y otorgando el poder a Licinio, en sustitución de Severo II, para que reconquistara Italia y África. En dicha cumbre, Maximiano fue obligado a abdicar de nuevo y volver a su antiguo grado de Senior Augustus (emperador retirado). En la primavera de 310, Maximiano sublevó a las tropas de Constantino y se proclamó Augusto por tercera vez, Constantino restableció el orden y el viejo emperador se rindió siéndole perdonada la vida. Pero el contumaz Maximiano volvió a conspirar contra su yerno valiéndose de su hija Fausta, pero ésta, más fiel a su esposo que a su padre, delató a este último que esta vez no fue perdonado. Maximiano fue condenado a muerte -parece ser que dejándole elegir la forma de ejecución- y en consecuencia, forzado a suicidarse o tal vez ejecutado por orden de Constantino el Grande. Tenía entonces 60 años.
[1] Titulaturas según el libro de J. M. Iglesias y J. Santos.
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