Flavio Honorio nació
en el año 384, siendo hijo del emperador Teodosio I y de su esposa Elia Flacila.
Honorio fue elevado al rango de Augusto por su padre en enero de 393 y
al morir éste (395) le sucedió como emperador de Occidente, mientras que su
hermano Arcadio hacía lo propio en Oriente. Ninguno de los dos hijos de Teodosio
habían heredado las cualidades de su padre, Honorio era débil de carácter
(algunos historiados piensan que retrasado mental) y su
reinado, a diferencia del de Arcadio, fue terriblemente turbulento al tener que
sufrir importantes invasiones bárbaras y numerosas rebeldías internas. Gran parte del periodo estuvo marcado por la dominancia de personajes fuertes que
afortunadamente siempre le fueron leales y eficientes.
Honorio se casó dos veces, ambas con hijas de su general
Estilicón (Maria y Termancia) pero ninguna de ellas le dio sucesores. Sus
esposas no fueron
declaradas Augustas ni aparecen en sus monedas.
- Etapa I (395- 408): Estilicón (Stilicho). El general
Estilicón sofocó la rebelión de Gildo (Africa, 398) y abortó otras revueltas en
distintas provincias, pero este periodo iba a ser el principio del fin de la
parte occidental del Imperio. La presión de los pueblos bárbaros sobre las
fronteras era cada vez más intensa. Durante el año 406 las hordas compuestas por
vándalos, suevos y alanos, sin oposición real de las tropas romanas, cruzaron el Rin,
devastaron la Gallia y pasaron a Hispania en 409.
Los visigodos, al mando de su rey Alarico, constituían una amenaza constante
para Italia y aunque el experto general Estilicón consiguió mantenerlos a raya, solo
lo logró hasta el año 408, ya que fue asesinado por sus propios soldados (a instancias
de emperador, que no permitía que su general mantuviera tratos con Alarico).
- Etapa II (409-416): primer saqueo de Roma. Muerto
Estilicón, Alarico no tuvo dificultad en poner sitio a Roma, mientras Honorio se
ocultaba aterrorizado en Ravenna. El 24 de agosto de 410, la antigua Vrbs fue saqueada
por primera vez en 800 años, el hecho en sí no tenía tanta importancia
estratégica como lo que significaba política y moralmente para el pueblo romano.
Además, los usurpadores surgían por todos los rincones del Imperio: Máximo en
Hispania (409-411); los hermanos Jovino y Sebastián en la Gallia; Prisco
Atalo en Italia
(un emperador títere impuesto por el visigodo Alarico) y posteriormente en la Gallia;
Constantino III y su hijo Constante II, desde Britannia. Todos ellos se encargaron de hacer de este periodo uno de
más turbulentos de la historia de Roma.
- Etapa III (417-423): Constancio. Acosado por tantos
peligros, Honorio confió el mando de los ejércitos al general Constancio, al que
casó con su hermana Gala Placidia en 417. Comenzaba así un periodo de relativa
recuperación, Prisco Atalo fue capturado, Constancio fue elevado al rango de
Augusto en 421 y aunque moriría pocos meses después, dejó un descendiente que
llegaría a ser el futuro emperador Valentiniano III.
El emperador murió en Ravenna, en agosto de 423, sin dejar
descendencia y después de un largo reinado de treinta años,
plagado de infaustos eventos para el Imperio de Occidente. La Gallia, Hispania
y Britannia estaban ya perdidas definitivamente.
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