Flavio Julio Crispo, hijo de Constantino I y de su esposa Minervina, nació en fecha indeterminada, alrededor de 300-303. En algunas fuentes su nombre aparece como Flavio Valerio Crispo. Crispo se destacó desde temprana edad por su habilidad y valor militar, siendo nombrado César de Occidente en 317, al mismo tiempo que su hermano Constantino II, mientras Licinio hacía lo propio con su hijo Licinio II en Oriente. Entre 320 y 323 combatió con éxito contra francos y alamanes, mientras, en 321 se casó con Helena. Poco después (324) fue comandante de la flota de Constantino, en la segunda y definitiva guerra contra Licinio. Pero en 326 sucedieron unos hechos terribles, el emperador mandó ejecutar su hijo Crispo y unos meses después a Fausta. Habían corrido rumores sobre una presunta relación entre hijastro y madrastra que supuestamente podrían haber sido la causa de la ira de Constantino, sin embargo estos rumores se encuentran poco documentados. Otra de las teorías es que Fausta, envidiosa (Crispo no era hijo de ella y siendo un gran comandante militar, era el más posible sucesor de Constantino) le dijo al emperador que su hijo no respetaba el cristianismo. Fuera por una u otra razón, la realidad es que después, Constantino al descubrir el engaño se arrepintió y vivió atormentado por la muerte de su hijo. No debe sorprendernos por tanto, que Crispo sufriera Damnatio Memoriae en 326.
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