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BASILISCO
Flavius Basiliscus |
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Flavio Basilisco, almirante de la mayor flota de la antigüedad tardía,
era hermano de la emperatriz Verina, la esposa del emperador de Oriente León I y
logró usurpar el trono entre 475 y 476.
León I se propuso acabar con los ataques del vándalo Genserico y preparó una gigantesca flota de más de mil naves,
contando para ello con la ayuda del emperador de Oriente Antemio. La puso bajo el mando de
Basilisco, pero este no estuvo a la altura de la misión.
En 469, Basilisco logró expulsar a los vándalos de Sardinia, y luego desembarcó cerca de
Carthago. Pero durante la noche, Genserico envió barcos en llamas a la
deriva contra la flota romana, que fue completamente destruida y las tropas imperiales tuvieron que huir.
En 474 murió León I y fue sucedido por su nieto León, hijo de Zenón y Ariadna, pero solo fue León II
durante unos meses, ya que murió poco después de ser proclamado emperador,
quedando el trono en manos de su padre.
Inicialmente Zenón fue un emperador
sumamente impopular (al ser de origen isaurio), su suegra Verina (la esposa de
León I) se aprovechó y se dedicó a intrigar desde el primer momento,
participando junto con su hermano Basilisco en una rebelión que tuvo su inicio
en Heraclea. Basilisco se hizo con el poder entre enero de 475 y agosto
de 476, elevando a su esposa Zenonia e hijo Marco a los rangos de Augusta y
Augusto respectivamente, e incluso acuñó monedas (en
Constantinopolis) en su nombre.
Zenón tuvo que huir de Constantinopolis con su esposa
Ariadna, buscando el refugio de su nativa región de Isauria, pero el
gobierno de Basilisco fue aún más desastroso que el de Zenón, quién -luego de un
año y ocho meses de exilio- no tuvo dificultad en volver y sofocar la rebelión,
enviando al destierro a los dos hermanos que serían confinados en una fortaleza de
Cappadocia.
Las luchas entre Zenón y
Basilisco posiblemente impidieron la intervención en Occidente y Roma cayó definitivamente (septiembre
de 476) en manos bárbaras. Precisamente en esas mismas fechas, Basilisco junto
con su esposa Zenonia y su hijo Marco fueron encerrados en una torre
de dicha fortaleza, en donde fueron dejados morir de hambre. El emperador había jurado que no derramaría su sangre.