Parte III Defectos en el cospel
En esta tercera parte del artículo se tratan los defectos
producidos durante el proceso de elaboración del cospel monetal.
En la mayoría de los casos, los flanes debían ser
calentados a altas temperaturas (alrededor de 700 º C, hasta ponerse al rojo) por diferentes razones:
- Porque los martillazos sobre el reverso podían así ser más suaves,
evitando posibles fisuras o roturas en el cuño del reverso, que ya de por sí
sufría tanto.
- Porque la impresión era, sin duda, más perfecta, siempre que el flan no
estuviese muy caliente, en cuyo caso los contornos salían poco nítidos, como de
cuños usados (ver cuño usado /
gastado).
- Porque el mismo flan, al ser más maleable, soportaba con mayor facilidad
los tipos monetales y se evitaba que se agrietase o rompiese por los contornos,
casos que sucedían si el cospel estaba frío (ver
cospel roto / agrietado).
A partir de Constantino Magno se hace general la aplicación
del acero para los cuños, con lo cual ya no existe la necesidad de calentar
previamente el
cospel.
Entre los defectos en el cospel sobresalen los siguientes:
- Tamaño del cospel inapropiado
- Cospel con forma inadecuada
- Marcas resultantes por el estado del cospel
- ¿Cospel doble?
Nota) Haced clic sobre las imágenes para verlas ampliadas. |
Tamaño del cospel inapropiado -
Small / big flan
Aunque hoy en día nos pueda parecer un error o defecto (y como tal, la pieza
resulta más barata para el coleccionista) lo cierto es que en el mundo antiguo
lo importante era el peso, no el tamaño de la moneda y por ello pueden verse a
menudo piezas en las que no caben las leyendas, así como otras en las que sobra
espacio para la acuñación.
En los ejemplos mostrados podemos ver algunos de los tipos de cospel -digamos-
inapropiado.
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Cospel pequeño pero grueso
Small flanDenario de Septimio Severo (197 d.C.) con un peso de 3,2 g,
es decir, un peso normal para la época, pero un tamaño muy pequeño,
prácticamente de quinario.
La moneda mide 15-16 mm y tiene un espesor mayor
del habitual.
Puede observarse que la leyenda del reverso (MVNIFICIENTIA AVG) ha quedado totalmente fuera
del cospel. |
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Flan grande
Big flanCistóforo de Augusto (25-20 a.C.) acuñado en Éfeso, con un peso
adecuado (11,11 g) pero un tamaño demasiado grande en relación al cuño
empleado. |
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Cospel muy pequeño (emisiones oficiales)
Very small flanPequeño nummus (9-10 mm) de León I,
acuñado en Constantinopla (457-474 d.C.).
Durante el Bajo Imperio romano abundan los ejemplos de
pequeñas monedas en las que no caben los motivos del cuño, pero sería en los
últimos tiempos bajoimperiales, cuando lo verdaderamente difícil es
encontrar una de estas pequeñas monedas de bronce de 19-10 mm, que genéricamente
denominamos nummus, en la que quepan todas las leyendas.
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Flanes muy pequeños (imitaciones)
Very small flanA la izquierda vemos una copia bárbara de un
antoniniano de Tétrico (Britannia, 271-280 d.C.), y a la derecha, una imitación
de las series conmemorativas "Urbs Roma", acuñada posiblemente en
Hispania durante los siglos V-VI d.C.
El antoniniano tiene 8 mm de diámetro, es aproximadamente la mitad de lo
habitual, pero consiguieron introducir los motivos centrales de la moneda. El
ejemplo de la derecha muestra algo similar, con sus 9-10 mm se ven hasta las
letras del exergo.
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Cospel con forma inadecuada -
Ragged flan / square flan /odd flan
Las técnicas de fabricación del flan tenían su importancia en el resultado final
de la moneda, sin embargo lo cierto es que en el mundo antiguo lo relevante era
el peso no la forma y por ello pueden verse a menudo estas piezas desiguales.
En general, un tipo de flan no adecuado o irregular devalúa la moneda de cara
al actual coleccionista, pero no siempre es así, algunas monedas de las aquí
mostradas no han perdido belleza por estar acuñadas en un cospel desigual, y
concretamente, los tres primeros ejemplos son muy singulares y por lo tanto
serían muy cotizados.
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Flan inadecuado
Odd flanInteresante estatera de electrum de Miletos (Ionia),
finales del siglo VI a.C.
La irregular formar que presenta esta moneda es producto de la unión de dos
monedas más pequeñas, que seguramente fueron fundidas de manera incompleta.
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Flanes sin cortar
Odd flanSorprendente pareja de AE hemilitron acuñados sobre un
flan doble.
Estas dos monedas de griegas de Himera (Sicilia), de principios del
siglo V a.C., demuestran que a veces no se seguía el habitual proceso de
fabricación de cortar los cospeles fundidos antes de proceder a la acuñación.
Más sorprendente aún, es este conjunto de tres ases hispánicos de Tiberio, acuñados en
Itálica (14-37 d.C.), que pertenecen a la colección Gonzalo Cores (Madrid).
Aunque ciertamente, lo más extraordinario es que este tipo de piezas se hayan
conservado sin cortar hasta nuestros días. Ver artículo de
G. Cores, M. Gozalbes y P. P. Ripollès.
Evidentemente este tipo de piezas son muy raras. Tan solo se conoce otro
ejemplar, conservado en el Museo Británico, formado por
tres ases republicanos de Jano bifronte (RRC 340/4 - L. Piso Frugi, 90 a.C.), que M. Crawford publicó
atribuyendo esta forma de trabajo al interés de incrementar la productividad.
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Cospeles mal cortados A menudo los cospeles eran fundidos en moldes, cortados y
después acuñados. Si el corte para separar los cospeles no se hacía
cuidadosamente quedaban piezas como las mostradas a continuación.
Arriba, a la izquierda, se muestra un semis anónimo de 15,21 g (Roma, 211-206 a.C.) con un
flan mal cortado ya que sobra material a las 10 y a las 4 h.
Arriba, a la derecha, as anónimo de 18,41 g (Roma, 157-155 a.C.),
este caso es el contrario del anterior, aquí falta material a las 2 y a las 8 h.
En el centro, a la izquierda, vemos un pequeño bronce griego de 1,51 g
acuñado en Siracusa alrededor de 400 a.C. y a la derecha otro pequeño bronce de la Magna
Grecia de 3,76 g (Lipara, 412-408 a.C.). En ambos casos se observa claramente que los
flanes fueron cortados sin cuidado alguno.
Abajo tenemos una imitación hispánica de
un as de Claudio (mediados del siglo I d.C.) y un centenional de Constancio Galo
(mediados del siglo IV d.C.), observándose en ambas piezas un claro exceso de
material.
Con estos ejemplos podemos ver que a lo largo de muchos siglos se utilizaron
similares técnicas en la preparación del cospel.
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Desplazamiento de los moldes
Moneda fundida de bronce, de 17-18 mm y 5,0 g, acuñada a finales del
siglo II o principios del I a.C., en la Gallia Comata, por los pueblos celtas
que denominamos leuci.
En este caso se puede observar el desplazamiento sufrido por los moldes, así como el
poco cuidado que tuvieron en separar las monedas resultantes.
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Flan ligeramente irregular
Slightly ragged flanDenario de Caracalla de principios del siglo III,
con un flan ligeramente irregular.
Acuñación típica de esta época en la que ya no eran tan cuidadosos con los pesos, la moneda sólo tiene 2,9
g, aunque el tamaño sí que es el adecuado (18-19 mm).
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Cospel irregular
Ragged flanTetradracma de Siracusa (Sicilia) de finales del siglo V a.C.
La irregular forma de esta moneda es habitual en esa ceca y por lo
tanto, producto de un proceso de fabricación del cospel en el que importaba
mucho más el peso que el tamaño. El peso es el correcto (16,7 g) y eso era lo
relevante entonces.
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Flan alargado
Oblong flanTetradracma de Atenas (Ática) del siglo IV o principios del III a.C.
En esta ceca y en esa época las monedas podían tener esta forma, así que no podemos considerar que este tipo flan
sea un error, el peso de 17,13 g es el adecuado, y eso
era lo importante entonces.
Desde luego que no caben los bonitos motivos del cuño
en un cospel tan alargado y el coleccionista exigente buscará monedas más completas.
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Cospel muy desigual
Very ragged flanFracción de silicua acuñada en fecha indeterminada,
posiblemente en tiempos del emperador bizantino
Justiniano I (527-565 d.C.).
Pequeña moneda de plata de 12 mm y 0,87 g, perteneciente a las series
conmemorativas de Constantinopolis que presenta una acuñación muy descuidada, típica
de unos tiempos en los que no se cuidaba demasiado ni del peso ni de la forma de
las pequeñas monedas.
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Flanes defectuosos Interesante grupo de monedas agujereadas. Pequeños
bronces (lepta y prutoh) acuñados en Judea
a lo largo del siglo I a.C. Algunas de estas monedas podrían tener
los agujeros hechos intencionadamente, pero la mayoría de ellas son simplemente
acuñaciones descuidadas, acuñaciones realizadas sobre cospeles defectuosos.
El agujero de la moneda de la derecha es ovalado, no está centrado y tiene
los bordes redondeados, parece ser otro ejemplo de cospel mal fundido. Se trata
de un semis de Lastigi (Hispania Ulterior) acuñado en la segunda mitad del siglo
II a.C. La elaboración
del cospel mediante fundición en moldes puede dar estos resultados, pero en
lugar de desechar las piezas defectuosas y volverlas a fundir, pues las usaron sin
mayor problema dando lugar a estas curiosas piezas.
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Cospel triangular
Triangular flanEstatera de electrum de Cyzicus (Mysia),
mediados del siglo V a.C.
La forma triangular que presenta esta moneda es algo ciertamente raro, sin
embargo el peso es el adecuado (18,06 g).
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Cospel rectangular / cuadrangular
Square flanDe izquierda a derecha tenemos: Karshapana de Magadha (3,4
g) acuñada en la India (445-413 a.C.),
hemióbolo de Menander (6,6
g) acuñado en Bactria (160-145 a.C.), y dracma celta de los pueblos
cadurcii (2,9 g) acuñada en la Galia (100-75 a.C.).
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Las monedas cuadrangulares aparecieron en la India y fueron extendiéndose hacia
Occidente a lo largo de los siglos, sin embargo las culturas más importantes
(Grecia y Roma) prefirieron no usar estos curiosos módulos, por lo que aunque su
forma nos resulte tan chocante, no deben considerarse como un error de
acuñación. Estas monedas rectangulares o cuadrangulares fueron diseñadas así. Ver
algunos otros ejemplos en el juego: "Las
monedas cuadradas". |
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Flan redondo con aspecto cuadrangular
Square flanA la izquierda, sestercio de Otacilia Severa (Roma, 244-249
d.C.) con el aspecto cuadrangular propio de la época, el peso es el adecuado
(21,83 g) y el cuño era por supuesto redondo, pero las técnicas de fabricación
del flan habían cambiado. Se cree que largas barras fundidas con sección mal
redondeada eran cortadas en rodajas, dando como resultado monedas de este
estilo.
A la derecha otro ejemplar de la misma época (247-249 d.C.), de similares
características, esta vez de su hijo Filipo II (18,4 g).
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Cospel troncocónico No podemos decir que este tipo de cospel
troncocónico sea realmente un
defecto, lo vemos con cierta frecuencia en algunas emisiones, pero en algunos casos la diferencia de diámetro entre ambas caras era
tal, que uno de los cuños simplemente no cabía y la moneda quedaba
incompletamente acuñada.
Las dos monedas mostradas tienen 16-19 mm y 22-28 mm respectivamente,
siendo un dióbolo de 8,9 g de Ptolomeo VI (Egipto, 180-176 a.C.) y un as de
15,60 g de Castulo (Hispania
Ulterior, mediados del siglo II a.C.).
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Todo vale para cospel (imitaciones) En el siglo I a.C. se emitieron en
el Sur de Hispania abundantes monedas que imitaban los tipos de Cástulo y Obulco
presentando una particularidad especial, que se acuñaron sobre monedas previamente
partidas y/o en flanes muy irregulares, prácticamente cuadrangulares. (Ver
juego: "Las monedas cuadradas").
Las dos imitaciones mostradas tienen 12-16 mm / 1,72 g y 10-14 mm /
1,31 g respectivamente, por lo que debieron de circular como cuadrantes.
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En este tipo de acuñaciones que imitan los tipos de Castulo es frecuente ver módulos cuadrangulares (como el aquí mostrado), pero el ejemplar "triangular"
mostrado es realmente inusual.
Dadas sus dimensiones y su forma, creo que se trata de una reacuñación sobre un semis que previamente había sido partido en
cuatro partes. Presumiblemente esta moneda intentó circular como cuadrante por lo que la ganancia fue sustanciosa, de un semis
obtuvieron un as (cuatro cuadrantes). |
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Todo vale para cospel (monedas oficiales) En tiempos bizantinos el
aprovechamiento del material llegó al extremo de acuñar nuevas emisiones sobre
trozos de monedas anteriores partidas a tal efecto.
Los dos decanummium mostrados fueron acuñados (en realidad reacuñados) en
Tesalónica, en tiempos de Heraclio (610-642 d.C.)
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Marcas resultantes por el estado del cospel -
Flan preparation marks
Es curioso observar que en importantes cecas orientales desde mediados del
siglo III a.C., con la dinastía de los Ptomoleos en Egipto, hasta los albores del Bajo
Imperio romano (finales del siglo III), se fabricaron cospeles de bronce con un
agujero central por ambas caras, de forma que tras la
acuñación quedaba normalmente una pequeña marca circular en el centro de la
moneda.
Se ha intentado explicar este agujero central de las monedas de bronce del
Mediterráneo oriental, como
un lugar de enganche de algún artilugio que -antes de la acuñación- intentaba
redondear el cospel, aunque lo más probable es que tratara simplemente de pulir
la superficie del flan, dado que a veces se observan monedas con acuñaciones
débiles que presentan los círculos concéntricos resultado de esta operación. En uno u otro
caso, el agujero en ambas caras servía seguramente de enganche para algún tipo
desconocido de maquinaria, que preparaba los flanes antes de la acuñación.
En ocasiones, podemos ver también pequeñas rayitas longitudinales en los bordes de la moneda,
que
son el resultado del limado (redondeado) de los cantos, esto decir de la
preparación del cospel previa a la acuñación.
Desde luego no puede considerarse tales marcas como un error, sino como el
resultado del proceso de preparación del flan y por lo tanto no restan ningún
valor a las piezas. El problema es saber distinguirlas, las rayas en el campo
suelen ser daños posteriores que devalúan la moneda y los cantos limados podrían
ser una clara señal de pieza fundida, retocada y por lo tanto falsa, pero en el caso de Mesopotamia y
Siria (durante el siglo III) estas estrías en el borde son perfectamente normales.
Marca central en ambas caras
Centration dimple / punch markDracma de Ptolomeo II (Egipto, 260-246
a.C.), enorme bronce de 46 mm y 87,77 g.
En esta época aparecieron en Egipto los característicos
agujeros centrales que sirvieron durante la preparación del cospel, para sujetar
algún tipo de aparato que pulía o redondeaba el flan y facilitaba la posterior acuñación.
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Marca central en ambas caras
Centration dimple / punch mark4 assaria de Máximo acuñado en Tomis
(Moesia Inferior), 237 d.C.
Más de cinco siglos después de la moneda anteriormente mostrada, el proceso de fabricación de
los flanes de bronce en las cecas orientales, no había variado. Este bronce de
27 mm de Máximo presenta exactamente los mismos orificios centrales.
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Cantos limados
Filed edge
Moneda provincial de 30-33 mm acuñada en Singara (Mesopotamia), entre el 241 y el 242 d.C., a nombre de Gordiano III y Tranquilina.
El peculiar borde de esta moneda es el característico de esa época en
algunas cecas
de Siria y Mesopotamia; durante la preparación del flan parecen haber sido
limados los bordes con alguna intención que desconozco, posiblemente colocaran
varios cospeles juntos para redondearlos y homogeneizarlos. (Ampliad la moneda
para ver el canto estriado).
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¿Cospel doble? -
Double flan?
Resulta raro pensar que
dos cospeles pudieran quedar unidos en el proceso de acuñación, por lo que la posibilidad
de que fueran simplemente dos monedas distintas que habían quedado unidas con
el paso del tiempo, siempre me ha parecido la más plausible. Finalmente, conseguí
estudiar la moneda de Constantino mostrada a continuación y ahora
tengo bastante claro que realmente no son dos flanes unidos, sino que debe de
tratarse de imitaciones locales, de monedas fundidas en moldes que se
desplazaron poco, dando la sensación de haber dos cospeles distintos.
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¿Cospel doble?
Double flan?Dos follis de Constantino y Crispo (317-326 d.C.) acuñados sobre dos flanes
pegados... Bueno, al menos esa era la información que daban de estas monedas distintos
vendedores.
Sin embargo, viendo el Constantino en la mano, su aspecto general me inclina
a pensar que es una moneda fundida, una falsificación de la época, aunque por
sus dimensiones (4,28 g y 18-20 mm) en principio pudieran parecer dos flanes
unidos. Es decir, que
no son dos cospeles pegados, sino simplemente una moneda falsa de la época en la
que los moldes se desplazaron
un poco durante el proceso de fundición. Ver
moldes para monedas falsas encontrados en Trier.
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Continuación: Parte IV-I

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