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DOS PIEZAS SINGULARES: |
La contramarca CR (Guadán 77, RPC 44, APRH 89 y ACIP 159, 166) es específica de Hispania ya que no se encuentra en otras provincias del Imperio (C. J. Howgego, 1985). Su interpretación es incierta: Guadán apunta la posibilidad de significar Consensum Praefectus o algo semejante, indicando que se trataría de una marca de convalidación (A. Manuel de Guadán 1960, 62). Chaves apunta una posible atribución a Colonia Romula, pero ella misma la descarta, al no encontrarse esta contramarca CR en ninguna de las monedas de dicha ceca (F. Chaves 1979, 44). Este resello, que se enmarca en los principios del siglo I d.C., durante el reinado de Augusto (o tal vez algo posterior), figura en los ases de Augusto de las cecas de Ebora y Colonia Patricia, y también parece estar presente sobre una moneda de Castulo (?). (Ver figura 3). En Hispania no se presentan oficialmente contramarcas muy repetidas en ningún caso. Normalmente las contramarcas hispánicas son individuales, aunque en ocasiones pueden aparecer a pares: Guadán 73 y 74 en Clunia, Guadán 7 y 43 en Clunia, Guadán 81 y 83 en Emporiae, Guadán 22 y 77 en Ebora, y algunos contados casos más. Sin embargo, en las regiones orientales del Danubio, en tiempos de Calígula o algo posterior, normalmente de forma fraudulenta, sí que se utilizaron frecuentemente varias contramarcas a la vez, tratando de hacer las monedas más creíbles, e incluyendo diferentes tipos de resellos: IMP, PP, AVG, CAE, etc. (Ver moneda nº 13 del artículo: "Marcas, contramarcas y reacuñaciones en las monedas de la Antigüedad"). En la figura 4 puede verse un ejemplo de contramarcas repetidas que parece guardar cierta similitud con nuestro caso, pero se trata de una moneda provincial romana de una lejana ceca oriental (Tomis, Moesia Inferior).
Figura 1a.- Cospel de dupondio (?) contramarcado siete veces (17,62 g / 32 mm) En la figura 1a (ver también figura 1b) vemos un disco de bronce contramarcado con siete resellos idénticos entre sí del tipo CR (Guadán 77). Esta contramarca aparece en las cecas de Ebora y Colonia Patricia, y dado que estas dos cecas emitieron dupondios de Augusto de dimensiones perfectamente compatibles con la pieza aquí mostrada, podríamos deducir que pudiera ser un cospel de dupondio del periodo augústeo (12-2 a.C.), probablemente procedente de Colonia Patricia (Hispania Baetica). Indico primero "pieza monetiforme" y después aventuro que se trate de un "cospel" por el hecho de que no se aprecia, ni siquiera levemente, vestigio alguno de una acuñación anterior. Digamos que es una pieza absolutamente lisa. Sugiero que tal vez proceda de Colonia Patricia debido la similitud de los resellos (ver figura 3) y pensando simplemente en probabilidades estadísticas, dada la mayor abundancia de las monedas de esta ceca. Tal vez lo más adecuado sería referirse a esta pieza simplemente como "disco de bronce". A pesar de su aspecto, que nos podría hacer pensar en oricalco, ha resultado ser un bronce. Analizada la pieza por el Dr. J. Manuel Compaña, mediante la técnica SEM (microscopía electrónica de barrido), utilizando el microscopio JEOL JSM-6490LV de la Universidad de Málaga, los datos obtenidos han sido:
Su composición, por tanto, refuerza la idea que pudiera ser un cospel de dupondio. El zinc es un elemento poco visto en las aleaciones de la Baetica, apenas como traza, y no siempre; los dupondios y sestercios de las dos cecas citadas no son de oricalco sino de bronce (F. Chaves 1977, 115). Figura 1b.- Detalle de las siete contramarcas "CR" Nótese que hay unos rebajes de metal producidos recientemente con alguna herramienta tipo "Dremel" (que no tienen mayor interés), pero que también existen otros vanos en ambas caras que parecen antiguos y que bien pudieran ser significativos. Tal vez precisamente esos defectos fueron los que hicieron desechar el cospel ya que 17,62 g resulta un peso algo bajo para un dupondio. No parece que estos rebajes fueran producto de una defectuosa fundición puesto que no concuerdan los supuestos bebederos de ambas caras. Estos vanos fueron hechos con anterioridad a las contramarcas (el resello nº 4 está parcialmente impreso sobre uno de los rebajes), y parece que de alguna forma mecánica, puesto que se observan unas pequeñas estrías semicirculares en ellos. Sería muy interesante averiguar por qué hicieron tal cosa. Lo cierto es que teorías tengo varias, pero certezas ninguna. En principio podríamos pensar que utilizaron esta pieza para hacer pruebas de algunos punzones "CR". Yo personalmente soy poco dado a creer en "pruebas de cuño" o "pruebas de resellos" sobre un discos de plomo o de bronce durante la Edad Antigua, sin embargo, cierto es que en el siglo XVII (siglo en el que floreció especialmente en España el fenómeno de las contramarcas), sí que encontramos suficientes ejemplos para avalar esta posibilidad (ver figura 5). Incluso a principios del siglo XIX también podemos encontrar algún curioso ejemplo como el mostrado en la figura 6. (Ver artículo: "Una moneda singular: ¿Cuántos siglos separan al emperador de su león rampante?"). Ciertamente existe la posibilidad de que intentaran poner en circulación este disco de bronce, y que al no estar acuñado trataran de poner múltiples contramarcas para hacerlo más creíble. Sin embargo las contramarcas hispánicas aparecen normalmente en ases, alguna vez en semises, solo en contadas ocasiones en dupondios y jamás (que yo sepa) repetidas de esta forma. Además, si en la propia ceca hubieran intentado aprovechar este supuesto cospel, lo más sencillo hubiera sido fundirlo, arrojarlo al crisol. No es descartable que se trate de una actividad fraudulenta, de un punzón robado (o falso) en manos de un falsario que obtenía beneficios con este tipo de manejos, al intentar poner piezas desechadas en circulación. (Como veremos después, esta resultará ser la opción más probable). Parece claro que el contramarcado fue posterior a los rebajes (el resello nº 4 está parcialmente sobre uno de los rebajes y el resto están perfectamente colocados alrededor de esos vanos). También creo que fueron realizadas todas las contramarcas con un mismo punzón, si bien presentan orientaciones muy variadas. Por lo tanto, diríase que alguien andaba en la oficina monetal (?) poniendo resellos de vez en cuando, en ocasiones distintas. ¿Para qué? Tal vez simplemente por alguna finalidad de tipo particular: para enseñar a un aprendiz, para apuntar deudas de juego, incluso por simple entretenimiento o por alguna otra razón personal. No por un motivo digamos "oficial". Me temo que no podemos buscar una lógica a algo que es absolutamente singular. Y menos sin conocer dato alguno sobre su procedencia, sobre el entorno de su hallazgo. Tan solo puedo indicar que esta pieza fue adquirida a un vendedor de eBay.es, en el mes de marzo de 2013. |
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Figura 2a.- As republicano anónimo (?) contramarcado cuatro veces (33,87 g / 28-32 mm) Tres meses después, precisamente ese mismo comerciante de eBay.es puso a la venta una pieza similar (ver figura 2a). Inmediatamente pensé que alguna de mis hipótesis iba a poder verse confirmada (o rechazada), pero lo cierto es que la aparición de este segundo ejemplar - a mi juicio- no despeja claramente ninguna de las incógnitas. En este caso pienso que se trata de una moneda, creo descubrir algún relieve (si bien es muy tenue). Supongo que, además de estar tremendamente gastada, ha sido después alisada a base de martillazos. Su módulo y aspecto recuerda a los ases republicanos anónimos, incluso creo adivinar la silueta de la cara izquierda de Jano (ver figura 2b). Aunque esta moneda no ha sido analizada, el material también debe de ser bronce. Su elevado peso (33,87 g) la dataría entre finales del siglo III y principios de II a.C., y como ya hemos visto, la contramarca CR (Guadán 77) se enmarca en los principios del siglo I d.C. En esta esta ocasión son cuatro las contramarcas, de nuevo idénticas entre sí, aunque esta vez están todas en la misma cara. Pero lo más relevante es que: ¡Resultan ser exactamente los mismos punzones CR de la pieza anterior! Figura 2b.- Detalle de las cuatro contramarcas "CR" La otra cara de la moneda presenta una especie de agujero central sin completar y no tiene contramarcas. Esta curiosa manipulación la vemos con cierta frecuencia en las monedas de la antigua Hispania, normalmente aparece en el centro de la moneda y no llega a traspasarla. Parece una marca efectuada rotando un objeto punzante, pero desconozco que pudieron pretender con ello. (Más información en: "Errores y defectos en la numismática antigua"). Por lo tanto tenemos dos piezas totalmente diferentes en cuanto a aspecto y peso, pero con una coincidencia muy importante: Ambas están contramarcadas repetidamente utilizando el mismo punzón. La posibilidad de que en alguna ceca oficial pusieran en circulación piezas tan lisas como estas, poniendo múltiples contramarcas para hacerlas más creíbles, parece tomar sentido. Aunque de ser así, debió tratarse de ser una decisión puntual de dicha ceca. De todas formas, se me hace difícil imaginar una ceca oficial haciendo este tipo de manejos. De hecho, no conozco ningún caso similar (con tal reiteración de contramarcas) en toda la amonedación hispánica. Sin embargo, sí que me imagino fácilmente a un particular, seguramente un falsario (alguien que había conseguido ese punzón "CR"), tratando de poner en circulación todos los objetos metálicos redondos que conseguía. El resellado reiterativo no debió de ser sino una forma de intentar conseguir su aceptación como moneda. (Procedimiento que ya hemos visto en las regiones orientales del Danubio, durante ese mismo periodo, a lo largo de la primera mitad del siglo I d.C.). |
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Después de la aparición de este segundo ejemplar, la hipótesis de una actividad fraudulenta, de un punzón robado (o falso) en manos de un falsario que intentaba poner piezas desechadas en circulación, es a mi juicio la más probable, aunque desde luego no puedo -ni debo- descartar que se tratara simplemente de pruebas del punzón o cuño "CR" con el que se contramarcaban las monedas. Madrid (España), 7 de julio de 2013 |
Figura 3.- Contramarca CR sobre el reverso de un as de Colonia Patricia (Augusto).
¡Es destacable la similitud de este resello CR con los que son objeto de este estudio!
www.identificación-numismatica.com (30 de abril de 2011)
Figura 4.- Tres contramarcas B (Howgego 751) repetidas sobre el anverso
de una moneda provincial romana de Tomis (Moesia Inferior).
Classical Numismatic Groupe: Subasta 313, lote 148
Figura 5.- Contramarcas 1641 y VIII repetidas
cuatro veces, hechas probablemente para
probar los cuños de los resellos de ocho maravedís
de Felipe IV (Segovia, 1641).
Ver artículo de Doramas: "El resello español del siglo XVII "
Figura 6.- Prueba de punzón de 8 reales (Sevilla, 1809) sobre un as de Emerita (Tiberio 14-37 d.C.).
Ver artículo: "Una moneda singular: ¿Cuántos siglos separan al emperador de su león rampante?"
- Antonio M. de Guadán: "Tipología de las contramarcas en la numismática ibero-romana". - Francisca Chaves: "La Córdoba hispano-romana y sus monedas", Sevilla 1977.
- Francisca Chaves: "Contramarcas en las amonedaciones de Colonia Patricia, Colonia Romula, Italica, Iulia Traducta y Ebora". - Christopher J. Howgego "Greek Imperial Countermark. Studies in Provincial Coinage of the Roman Empire", Londres 1985. - A. Burnett, M. Amandry y P. Pau Ripollès: "Roman Provincial Coinage" (Vol. I ), Londres-París 1992 (citado como RPC). - P. P. Ripollès Alegre: "Las acuñaciones provinciales romanas de Hispania", Madrid 2010 (citado como APRH). - Leandre Villaronga y Jaume Benages: "Ancient Coinage of the Iberian Peninsula", Barcelona 2011 (citado como ACIP). |