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ZENÓN
Flavius Zeno |
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León I reorganizó el ejército con la inclusión de numerosos
efectivos isaurios, hombres combativos nacidos dentro de la fronteras, para
contrarrestar la creciente influencia de los militares germanos (bárbaros) que
eran mayoría en el ejercito. Los isaurios eran un nación de excelentes guerreros
que habitaban una montañosa y pobre región del sudeste de Anatolia.
Durante el reinado de León I, el jefe de los isaurios Tarasicodisa fue nombrado
general de los ejércitos romanos de Thracia, y en 466, el victorioso general desposó
en Constantinopla a Ariadna, la hija mayor del emperador de Oriente, adoptando el nombre
de Flavius Zeno, siendo conocido por tanto como Zenón.
En 473, viéndose León I atacado por una grave enfermedad,
elevó a su nieto León II (hijo de Zenón y Ariadna) al rango de Augusto, con
objeto de tener asegurada la sucesión. El emperador murió a avanzada edad, en
febrero de 474, sucediéndolo su joven y enfermizo nieto León II, quien falleció
poco después, ese mismo año 474, por lo que paradójicamente, Zenón heredó el trono de su hijo.
Los servicios militares a León I, y sobre todo su matrimonio con su hija
Ariadna, le habían llevado a pasar de noble bárbaro a emperador de Oriente sin
oposición aparente.
Inicialmente Zeno el Isaurio fue un emperador sumamente impopular, su
suegra Verina (la esposa de León I) se dedicó a intrigar desde el primer momento
y participó junto con su hermano Basilisco en una rebelión que tuvo lugar en
Heraclea entre 475 y 476. Zenón tuvo que huir de Constantinopolis con su esposa
Ariadna, buscando el refugio de su nativa región de Isauria, pero el gobierno de
Basilisco fue aún más desastroso que el de Zenón, quién -luego de un año y ocho
meses de exilio- no tuvo dificultad en volver y sofocar la rebelión, enviando al
destierro a los dos hermanos que serían confinados en una fortaleza de
Cappadocia.
La deserción de Armato, sobrino y uno de los principales generales de
Basilisco, fue decisiva para que Zenón pudiera recuperar el trono, si bien tuvo
que comprometerse a nombrar al hijo del general (el cual tuvo que cambiar
su nombre de Basilisco a León) como César (476-477).
En un segundo levantamiento protagonizado por Leoncio (484), Verina fue
liberada, pero el emperador también hizo fracasar este intento y Verina hubo de
regresar a su destierro, muriendo en la fortaleza de Papirius (Isauria)
posiblemente ese mismo año 484.
Durante el reinado de Zenón en Oriente, tuvieron lugar los
acontecimientos que trajeron consigo el final del Imperio Romano de Occidente.
Los mercenarios germanos en Italia se agruparon bajo la dirección del hérulo
Odoacro y el 4 de septiembre de 476 Roma cayó definitivamente, Odoacro depuso a
Rómulo Augústulo y no se molestó en nombrar otro emperador, sino que envió las
insignias imperiales a Zenón, quien (mientras urdía los planes para acabar con
Odoacro) lo nombró patricio y gobernador de Italia.
El emperador de Oriente comprendía la gravedad de la situación e
inició una política de alianzas en la que reconoció al vándalo Genserico como
gobernante de Africa, Sicilia, Corsica, Sardinia y
Baleares. Igualmente, el
visigodo Eurico vio reconocidas sus posesiones, que incluían toda la península
Ibérica y buena parte de la Gallia, pero el logro más importante de Zenón es que
consiguió que los ostrogodos dejaran de ser una amenaza para el Imperio
Oriental, ya que éstos (instigados por el emperador) no desaprovecharon la
ocasión y se desplazaron hacia el occidente para arrebatar Italia a Odoacro.
Zenón murió el 11 de abril de 491, de un ataque de epilepsia,
siendo sucedido por Anastasio I, un oscuro funcionario nombrado por su viuda Ariadna, con lo que
el poder volvería a las antiguas élites de
Constantinopolis y los isaurios serían expulsados de sus cargos.
Zenón emitió moneda según los patrones romanos pero Anastasio I
llevaría a cabo la reforma monetal del bronce que marca el comienzo de la
acuñaciones bizantinas, por ello numismáticamente hablando, se suele indicar que
Zenón es el último emperador romano y Anastasio el primer bizantino, aunque esto
es históricamente incierto, no existe tal división, los emperadores bizantinos
siempre se llamaron a sí mismos romanos y se consideraban sus sucesores.